martes, 3 de noviembre de 2015

El Cid Campeador y el Cantar de Mío Cid

Rodrigo Díaz de Vivar El Cid

(Rodrigo Díaz de Vivar, llamado El Cid Campeador; Vivar, actual España, h. 1043 - Valencia, 1099) era un caballero castellano. Quedó huérfano a tierna edad y fue educado junto al infante Sancho, hijo del rey Fernando I de Castilla y León, quien, al acceder al trono castellano, lo nombró alférez real (1065). Hacia 1066, el prestigio de Rodrigo Díaz se vio notablemente incrementado a raíz de su victoria en el combate singular que mantuvo con el caballero navarro Jimeno Garcés, para dirimir el dominio de unos castillos fronterizos que se disputaban los monarcas de Castilla y Navarra; el triunfo le valió el sobrenombre de Campeador. Como jefe de las tropas reales, Rodrigo participó en la guerra que enfrentó a Sancho II de Castilla con su hermano Alfonso VI de León, quien, se vio obligado a buscar refugio en la corte musulmana de Toledo. El destino, sin embargo, quiso que Sancho II muriera en 1072, cuando intentaba tomar Zamora, con lo que Alfonso VI se convirtió en soberano de Castilla y León. El nuevo monarca no sólo no manifestó resentimiento hacia el Campeador, sino que, consciente de la valía de sus servicios, lo honró concediéndole la mano de su sobrina, doña Jimena, con quien casó en julio de 1074. No obstante, unos años después el Cid fue desterrado de Castilla y le fueron confiscadas todas sus posesiones. Acompañado de su mesnada, el Campeador ofreció sus servicios primero a los condes Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II de Barcelona, pero, al ser rechazado, decidió ayudar a al-Muqtadir. Al servicio de al-Muqtadir, venció en Almenar a Berenguer Ramón II (1082) y cerca de Morella a al-Mundir y el soberano aragonés (1084). Durante este período fue cuando recibió el sobrenombre de Cid, derivado del vocablo árabe sid, que significa señor. También se dice que el Cid debido a su nombre y a su prestigio ganó batallas hasta estando muerto.




El Cantar de mio Cid

Es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano. La versión conservada fue compuesta, alrededor del año 1200,y se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance, y destaca por el alto valor literario de su estilo.



Estructura

Aunque se dividió el Poema en tres cantares, en él hay dos tramas que se cruzan y por tanto, hay una estructura bipartita, cuyo punto de inflexión está más o menos a la mitad del Poema:

a) El tema del deshonor del héroe por causa de un complot de los grandes nobles : eje central de la obra, motivado por el injusto destierro del Cid ; continúa con el progresivo engrandecimiento del Cid mediante sus victorias y las riquezas que éstas le procura. A medida que se enriquece, el Cid no deja nunca de enviar su parte al rey, mostrándole así su inquebrantable lealtad. Finalmente se describe la entrada triunfal del Cid en Valencia. El Cid recupera el favor del rey, quien le propone un doble matrimonio muy ventajoso (desde el punto de vista social) para él y sus hijas, con los Infantes de Carrión.

b) Las bodas de las hijas del Cid y el injusto trato que reciben por parte de los infantes de Carrión : esto motiva que el Cid obtenga la culminación de su honor. Finalmente las hijas del Cid se casan con los infantes de Navarra y Aragón.
El Cid nunca busca venganza, siempre una justa reparación. Ésta se obtiene mediante el torneo final.
Métrica :

La versificación es irregular : la medida de los versos oscila entre las 10 y las 20 sílabas, aunque se aprecia un predominio de los de 14, 15 y 13 con hemistiquios de 6, 7 y 8 sílabas combinados preferentemente en 7 + 7, 7 + 8 y 6 + 7. Los versos están agrupados en series o tiradas que encierran una misma idea, cuya asonancia es más o menos continua. Suele cambiarse la asonancia cuando la narración da paso al discurso directo o viceversa y cuando una nueva escena o tema
Hay investigadores que sugieren que la métrica tiende a ser octosilábica.
Otros sugieren que la métrica es acentual de cuatro acentos, dos por hemistiquio.







¿¿ FICCION O REALISMO ??

El poema tiene rasgos realistas claros y las acciones son humanamente creíbles. Sus enemigos lo son también (en contraste con la épica francesa, tan fantasiosa)s espadas en la francesa o en la matera de bretaña tienen un valor mágico, mientras que en el Poema de Mio Cid sólo valen por su precio. Además, gran parte de los personajes y hechos que nos muestra están atestiguados históricamente, aunque otros (la parte de la afrenta de Corpes, y del león, etc, son ficticios,aunque también es cierto que en la época, la frontera de lo real y de lo ficticio no es como la nuestra).
Pero la intensa exaltación priva al texto de cierta imparcialidad y exactitud que, por otra parte, no era lo que pretendía el autor. Obviamente, no se pretendía hacer un texto histórico, sino un texto entretenido.
El realismo es otro de los valores añadidos al Poema. Las batallas, los lugares geográficos citados, las costumbres, vestidos y comida, aparecen descritos con fidelidad.
No deja de ser irónico que el héroe castellano por excelencia, el paladín cristiano más legendario de la reconquista, deba su sobrenombre a una palabra del dialecto árabe : "Sidi", que significa "mi señor". No consiguió ese respetuoso apodo cortando cabezas moras, todo lo contrario. La mayoría de los historiadores aceptan esta hipótesis como el origen del popular apelativo, aunque discuten sobre si Rodrigo Díaz de Vivar se lo ganó durante algunos de sus recibimientos triunfales en la taifa de Zaragoza, tras una victoria contra el cristiano conde de Barcelona o el no menos católico rey de Aragón; o si el "Sidi" mereció ese título durante sus años como señor de Valencia, como príncipe cristiano de una ciudad regida bajo la ley del Corán. Lo que es seguro es que el Sidi, el Cid, existió realmente, y no como un personaje menor en la historia de Castilla. Sin embargo, su verdadera biografía está mucho más llena de claroscuros que esa radiante imagen del héroe recto, que antepone la fe y el honor del reino a su destino, creada primero por el Cantar de Mío Cid y otros cantares de gesta y más tarde por el romancero. El Cantar, tan importante para la literatura castellana como lo fue el propio Díaz de Vivar para la historia de la Península, está escrito más de un siglo después de la muerte del Campeador. En él probablemente cristalizan muchas leyendas orales que nacieron tras una vida más interesante incluso que su propio mito.



Lo que hoy sabemos del Cid se lo debemos no sólo al Cantar, que tiene más valor literario que histórico, sino a otras dos obras narrativas escritas en latín. El Carmen Campidoctoris –un poema sobre el Cid que glosa varias de sus batallas–, y especialmente la Historia Roderici, desde el bando musulman, al Sidi le calificaban como "tagiya" (tirano), "la'in" (maldito) o "kalb ala'du" (perro enemigo). Nunca le perdonaron la conquista de Valencia ni cómo la consiguió.

Versiones del Mío Cid

    1. El Cantar del Destierro, narra cómo el Cid es injustamente desterrado de Castilla por el rey Alfonso VI. Antes de marchar, deja a su mujer e hijas en el Monasterio de Cardeña. Para mantener a su pequeño ejército, su lugarteniente Martín Antolínez consigue dinero de manera más o menos fraudulenta de los judíos. Se encamina hacia la frontera de Castilla y establecen su plan para derrotar a los moros. 

2. ElCantar de las Bodas, narra como el Cid, que había logrado someter al Conde de Barcelona, marcha sobre Valencia logrando colocar su estandarte en el alcazar. El rey le concede el permiso para que su familia se reuna con él. Los Infantes de Carrión, atraídos por la riqueza del Cid, piden a sus hijas, Elvira y Sol en matrimonio, logrando la aceptación del rey del Cid. 

3. El Cantar de la Afrenta de Corpes, narra cómo los infantes, para vengarse de los insultos de los hombres del Cid, se muestran cobardes y brutales agrediendo a sus esposas en el robledo de Corpes a su regreso a Castilla. El Cid demanda venganza a Alfonso VI quien convoca las Cortes de Toledo. Los infantes son vencidos en un duelo y las hijas del Cid se vuelven a casar con los Infantes de Navarra y Aragón. El Cid muere en Valencia cubierto de gloria, con valentía y honor.




Figura del Cid a lo largo de la historia

La figura del Cid ha sido muy reconocida a lo largo de la historia pero no solo por sus actos reales, sino que de él han salido muchos otros cuentos y mitos en el que él se ve como un gran héroe.
Según el cantar de Mío Cid, este tenía dos espadas que llamaban la atención por encima del resto, estas eran:

Tizona:


Colada:




Cinematografía

El Cid es una película épica italoestadounidense de 1961 producida por Samuel Bronston, dirigida por Anthony Mann y con la actuación de Charlton Heston, Sofía Loren, Raf Vallone, Geneviève Page, Herbert Lom, John Fraser, Gary Raymond y Tullio Carminati. Trata de la vida del guerrero castellano Rodrigo Díaz de Vivar: El Cid.
La película tuvo tres candiaturas al Óscar:
·         por la mejor dirección artística.
·         por la mejor música.

·         por la mejor canción, El halcón y la paloma (The Falcon and the Dove).


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